Kaas
Si algo bueno existe en el mundo son las personas: las de buenas intensiones, las que se ponen en marcha y, sea de la manera que sea, ponen su grano de arena para mejorar nuestra enorme casa que al fin y al cabo alberga a nuestra gran familia...

Niki, con esas ideas y esa espontaneidad, espero que en el mundo hayan muchas como tú.

Cuántos se han visto en esta situación?

PENSAMIENTOS OBVIOS

El otro día hubo una conversación. La mujer de mi padre me preguntó en presencia de toda la familia qué quería hacer con mi vida, porque todo el mundo se lo pregunta y no sabe qué contestar. Era una pregunta bastante acertada, y ella lo sabía muy bién. Hasta hace poco mis ideas estaban todas desordenadas, viniendo y luego yendo, volviendo, eran como una colmena en que vuelan con mucha prisa y con mucho ruido posibilidades, ideas, argumentos, consejos, sitios, e imagenes de un futuro imaginado. Al final conseguí calmar todo eso, y llegé a reconocer lo importante. Le hablé de niños, orfanatos, de voluntariado. Le pareció fatal, “tú no tienes que salvar el mundo”. Los demás callándose.

Creo que es un asunto muy difícil. Lo de salvar el mundo. Había algunos intentándolo, creando disciplina, o, de hecho, guerra. Algunos decían que nos tenemos que querer y aceptar, no hay mujeres y hombres, jóvenes y viejos, “más” válidos y minusválidos, no hay naciones y religiones cuando se trata de querernos (en el sentido de aceptar). Sin embargo hasta que TODOS pensemos así, hasta que no cada uno de nosotros en esta preciosa tierra crea que eso es así, pues no funciona. Es una frase hecha más. Los que lo creemos sólo podemos dar pequeños pasos, y mirar a nuestro alrededor. Hacer lo que podemos, ser generosos, no cerrar los ojos, ni taparnos las orejas.

Aquella mujer también dijo que había visto un documental que contaba como nosotros mandamos a nuestros hijos a la escuela mientras por allí aprenden a escribir en el barro de la calle, nosotros les compramos zapatos de tal y cual marca, ellos se hacen zapatillas de botellas de plástico, nosotros damos mucha comida a nuestros hijos, y en este documental mostraban dos niños uno sosteniendo del brazo al otro ambos como dos esqueletos, eso es lo que quieres ver? Me preguntó. Piensa que ella no puede salvar el mundo. Piensa que no puede cambiar todo eso, y mejor ni pensar en ello, sigue trabajando como contable contando el dinero de las empresas de construcción, pensando en su propio bienestar porque cree que eso es en lo que puede influir y aquellas zapatillas de botellas de plástico están inalcanzablemente lejos.
Sí, que están muy lejos. Lo que todos podríamos hacer es prestar más atención a lo que tenemos a nuestro alcance, para eso no tenemos ninguna excusa. Coger la mano al que esté al lado, a ver si él coge la de su vecino y así siguiendo. No resignarse cómodamente diciéndonos que eso está más allá de nuestras capacidades, y así tranquilizar la conciencia que a veces nos molesta con su inquietud. La verdad es que si la cosa no está en nuestra capacidad pues dónde estará? No tiene otro sitio.
Dichos pensamientos son obvios en cierta manera, y mucha gente sabe, piensa, habla de ellos. A ver si nos animamos todos y ponemos en práctica por una vez lo que en el fondo consideramos obvio. El mundo sólo se puede salvar desde abajo.
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1 Response
  1. Anónimo Says:

    Estoy de acuerto contigo, el mundo se está conviertiendo en un lugar en el que no se si me va a gustar vivir. Nadie ayuda a nadie, vemos como la gente se muere de hambre y nos da igual, alguien tropieza en la calle y en vez de ayudarle nos separamos para no tropezar; una sola persona no puede hacer nada, pero si todos nosotros pusieramos nuestro granito de arena...


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